México D.F., 3 de enero de 2011 (Cencos).- Los feminicidios en Ciudad Juárez y los abusos de militares en Guerrero desde la Guerra Sucia y hasta nuestros días, han provocado que una corte internacional sentencie al Estado mexicano. Las sentencias incluyen obligaciones de investigar crímenes, hacer reformas estructurales en las leyes, restituir la dignidad de las víctimas y explicar ampliamente a la sociedad la verdad de las violaciones a los derechos humanos que cada caso implica. 2011 será el año en que deberán cumplirlas.
De las sentencias se desprenden las reparaciones que deben acatarse y que comprenden una parte jurídica, pero otra más que se refiere a la reparación psicosocial de las víctimas, es decir, que se deben relegitimar sus historias, restituir su reputación pública y fomentar la reconstrucción del tejido social y comunitario que las violaciones a sus derechos humanos provocaron. Lejos de esto, el gobierno ha demostrado falta de voluntad política incluso al punto de negar la obligatoriedad que tienen frente a las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).
La Corte IDH ha sentenciado al Estado encontrandolo culpable en 4 ocasiones - la desaparición forzada de Rosendo Radilla, los feminicidios de Campo Algodonero, y las violaciones por militares contra Inés y Valentina- y ahora tiene pendiente el cumplimiento.
Las fechas para dar cumplimiento varían respecto a la publicación de cada sentencia. Algunas disposiciones se deben acatar inmediatamente, otras son a los 6 meses y al año de publicación y posteriores a estos el Estado también debe dar cuenta en informes anuales sobre como ha avanzado y el cual es supervisado por la Corte.
Estos plazos semestrales y anuales ya han vencido para las sentencia de fondo, reparación y costas de Rosendo Radilla Pacheco y del caso Campo Algodonero, y durante 2011 serán los primeros plazos para que el Estado comience a cumplir las sentencias de Inés, Valentina y la de los Campesinos Ecologistas publicada tan sólo hace 15 días. En un futuro próximo vendrán muchas más.
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