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martes, 11 de enero de 2011
El Muro del Apartheid
El Muro, que actualmente está previsto para ejecutar será de 810 kilometros de longitud, en la mayoría de los casos, no se está construyendo ni cerca de la Línea Verde de 1967.Sino que, se adentra en la Ribera Occidental, anexando tierras y recursos palestinos. El proyecto consiste en una red de muros, vallas, zonas militares, 34 puestos de control fortificados, 44 túneles, 634 puestos de control y obstrucciones y 1.661 kilómetros de carreteras de los colonos. Cuando se haya completado, el muro y su régimen, incluyendo los asentamientos y "zonas militares", de facto anexarán un 46% de Cisjordania, aislando comunidades en bantustanes y zonas militares.
La resistencia popular contra el Muro une mujeres, hombres, jóvenes y ancianos en las aldeas afectadas en un esfuerzo por proteger sus derechos y sus tierras, y está enfrentado a un nivel asombroso la represión, detenciones y violencia por parte de las autoridades israelíes. Las expresiones más visibles y unificadoras de esta resistencia son las manifestaciones semanales contra el Muro, que están organizadas y dirigidas por los locales "comités populares", integrado por activistas de las comunidades afectadas.
La violencia abrumadora por las fuerzas de ocupación israelíes se complementa con detenciones, castigos colectivos y amenazas con el fin de ejercer presión sobre la cohesión social de la sociedad Palestina. Las fuerzas israelíes ya han matado a 17 personas en las protestas contra el Muro. Israel utiliza armas letales y muchas veces las llamadas no letales con el conocimiento o el objetivo de matar o causar daños graves a los manifestantes. Se sabe que el gas CS, es un tipo de gas lacrimógeno probablemente utilizado ese día en Bil'in, provoca abortos involuntarios entre las mujeres embarazadas y, en ciertas situaciones, puede causar la muerte.
Israel no podría mantener este sistema de apartheid y opresión solo por su cuenta. Israel lo lleva a cabo con la complicidad de los organismos internacionales y los gobiernos que se benefician de la ocupación israelí. Por ejemplo, los gobiernos de todo el mundo compran armas israelíes probadas y desarrolladas en la represión al pueblo palestino, los bancos internacionales e inversionistas poseen acciones en empresas que son responsables de la construcción del muro, y los productos que producen los colonos se vende en las tiendas de todo el mundo. Estas relaciones económicas crean complicidad de la comunidad internacional con el apartheid israelí y los crímenes contra el pueblo palestino.
El movimiento palestino de resistencia popular ha mostrado una notable capacidad no sólo para sobrevivir, sino también para crecer y extenderse, cultivar una nueva generación de activistas y dirigentes, y poner raíces en nuevas áreas. Hacemos un llamado a que apoyen esta lucha, dando voz a su ira por el asesinato de Jawaher el 10, implementen campañas concretas de BDS!
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